Por qué paseo? Paseo porque me gusta. Me gusta el ritmo de mi paso, mi sombra, que siempre va un poco por delante de mí en la acera. Me gusta detenerme cuando quiero, apoyarme contra un edificio y escribir algo en mi diario, leer un correo electrónico o enviar un mensaje, y que el mundo se detenga mientras yo lo hago.Pasear, paradójicamente, hace posible la quietud.
El flâneur nació en el París del siglo XX. Es un hombre ocioso que pasea y observa a la vez, pero desde la distancia: no se involucra. Sin embargo, la flâneuse no existe. Las mujeres no tenían la libertad de los hombres para acceder a las calles de la ciudad porque se veían reducidas a ser objeto de la mirada de los paseantes.
LAUREN ELKIN hace un recorrido literal y metafórico por las ciudades en las que ha vivido; a través de sus paseos nos descubre una nueva mirada y reivindica el derecho de las mujeres a pasear.La flâneuse se detiene en los detalles y amplía mirada, toma notas de su propia experiencia y las entrelaza con la de otras artistas, escritoras, cineastas y periodistas a las que admira y cuyas visiones han formado y transformado la de la propia autora. Un libro delicioso que desde aquí os recomendamos.
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