Tras cinco cursos trabajando para que las personas LGTBIQ+ de nuestra comunidad educativa sientan que en nuestro centro se puede amar a quien se quiera, en pleno derecho de respeto y libertad, es muy gratificante comprobar que cada vez somos más quienes celebramos el mes del ORGULLO. Cuando tu contexto solamente celebra la heterosexualidad, las vivencias de las personas cis y la expresión de género heteronormativa, es comprensible que una persona que siente diferente se vea excluida y fuera de ese entorno. La idea de normalidad es en sí misma excluyente y opresiva.
En nuestro instituto cada vez tenemos más claro que la diferencia, la diversidad, lo heterogéneo nos enriquece. Seguimos sumando apoyos en esta tarea de hacer posible el bienestar y la mejora de la convivencia. Por eso, en esta ocasión nuestro ORGULLO es compartido. Así lo hemos ido haciendo y así lo empezamos a sentir.
FELIZ ORGULLO.