SOBRE LA BELLEZA

"A la enseñanza pública le incumbe la delicada tarea de apartar al ser humano de las miserias del utilitarismo y educarlo en el amor por el desinterés y por lo bello".
Nuccio Ordine

viernes, 11 de enero de 2019

La imagen de la mujer en la escultura

     Ya sabéis que desde este blog tratamos de encontrar los distintos caminos que nos conducen a la BELLEZA. En esta ocasión, os presentamos la primera entrega del proyecto que hemos llamado La imagen de la mujer en la escultura. Se trata de investigar las distintas formas de representación de la mujer en la historia de la escultura.
      El alumnado de primer curso de bachillerato de Artes está en ello desde principio de curso. La idea surge de la oportunidad de visibilizar a la mujer a través del arte, algo que el Plan de Igualdad contempla y propone. Las materias de Volumen I y Fundamentos del Arte I se han unido para trabajar en este proyecto que acaba de iniciar su andadura con absoluto interés y entusiasmo. Esperamos que os guste y disfrutéis de esta exposición en las próximas dos semanas.



     Las primeras imágenes en la historia de la escultura las encontramos en el Paleolítico. Son las llamadas VENUS PALEOLÍTICAS, mujeres deformadas por la esteatopigia (acumulación de grasa en el pecho, las caderas y las nalgas) que se usaban en forma de pequeños amuletos de fertilidad. Su aspecto es tosco, con poco detalle, porque se trata de resaltar los genitales, símbolos de reproducción y maternidad. En este último aspecto enlazamos con la escultura de HENRY MOORE (1898-1986).




     Henry Moore renovó la sensibilidad plástica y revolucionó la concepción de la escultura al otorgar al vacío el mismo valor que la materia que lo envuelve o delimita. Su obra tiene tres temas principales: la maternidad, la figura reclinada y las formas interiores/exteriores. Desde el punto de vista formal, sus esculturas tienden a la abstracción, acercándose a ella mediante formas orgánicas que por su simplicidad recuerdan a las venus paleolíticas. En su obra predomina el interés por el trabajo del cuerpo, especialmente el femenino. De sus numerosas obras, las más populares son las conocidas como FIGURAS RECLINADAS, de las que existen decenas de propuestas, aunque la más conocida es la que se conserva en la Tate Gallery, realizada en 1938.


     Si pensamos en la imagen tradicional de la mujer en la historia del arte es casi imposible no imaginar a la mujer desnuda. La representación históricamente tradicional de la mujer es un cuerpo. Así, desnuda o medio desnuda, la mujer se ofrece al espectador ( casi siempre masculino ) como si de un paisaje o naturaleza muerta se tratara, puesto que su actitud es absolutamente pasiva frente a la mirada activa del hombre.
     En la historia de la pintura tenemos numerosos ejemplos muy conocidos de mujeres recostadas o adormecidas: La Venus dormida (1510) de Giorgione, La Venus de Urbino (1538) de Tiziano, La Venus del espejo (1650) de Velázquez, La maja desnuda (1790) de Goya o la Olympia (1863) de Manet.
     Todas estas imágenes siguen el mismo hilo conductor, la misma iconología hasta llegar a las MUJERES RECLINADAS de Moore, a caballo entre la maternidad y el erotismo. Terminamos este primer capítulo con una imagen que tal vez no conoció Moore pero que enlaza de nuevo con todas sus esculturas: La Dama durmiente de Malta (2.500 a.C.) que representa a una mujer recostada que acaba de parir y cuyo vientre aún se muestra hinchado.


A continuación os dejamos algunas de las mujeres reclinadas que han hecho nuestros/as alumnos/as.









No hay comentarios:

Publicar un comentario